Este diseño floral, cuidadosamente tallado sobre ladrillo de barro cocido, es un homenaje al arte tradicional aplicado a la arquitectura. Su simetría y profundidad destacan los detalles intrincados que cobran vida gracias a la nobleza del material. Diseñado para integrarse en fachadas, esta pieza no solo aporta belleza, sino que también evoca una conexión con la historia y la autenticidad de los métodos artesanales. Ideal para proyectos arquitectónicos que buscan unir funcionalidad y estética en un contexto decorativo único.